(Prensa/Diócesis).- El Obispo de San Cristóbal presidió la Eucaristía de acción de gracias por el aniversario 92 del Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino, en esta ceremonia confirió los misterios de Acolitado y Lectorado a un grupo de seminaristas.
El Obispo Mario Moronta exhortó a los seminaristas a ser luz del mundo y sal de la tierra. Reflexionando con el Evangelio de San Mateo (5, 13-16), manifestó el Prelado que “Jesús nos presenta la identidad del discípulo, les dijo: ustedes son la luz del mundo y la sal de la tierra. Esto nos dice que quién es discípulo es tomado por la luz del Espíritu Santo para reflejar la presencia de Jesucristo en su vida”.
Y advirtió que “todos nosotros somos discípulos del Señor por el bautismo y hemos sido llamados para que con nuestras acciones mostremos el rostro de Cristo”, dijo el Obispo en esta Misa celebrada en la Iglesia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote.
También invitó a los presentes, seminaristas y padre representantes, a ser el sabor de la sociedad. Les dijo: “estamos llamados a darle el sabor cristiano a la sociedad. No dejemos que la sociedad este desabrida, porque no serviría para nada. Los cristianos somos el sabor de la sociedad. Cuando en la sociedad no hay paz es porque hemos perdido el sabor cristiano”.
Y finalmente enfatizó que “un seminarista, sacerdote o laico que esté buscando los valores del mundo no tiene luz ni sabor para anunciar el Evangelio”.